En silencio te suplico amor,
pero tus ojos ya no me oyen...
Siento como se clavan
pensamientos de pasión
en mi afligido corazón.
Mientras, sigues mirando
con tus ojos ahora sordos,
incapaces de sentir este dolor
que me corre por las venas.
Mi noche es infinita y oscura,
sin luz de luna, ni de estrellas...
Una lágrima cae con tu nombre
grabado en ella y gritando
¡por Dios, que me quieras!
pero tú, en la distancia,
sigues fríamente, como ausente...
ya no puedo con mi dolor,
ya no puedo con mi pena negra...
no puedo comprender de este amor...
que todo acabó como empezó,
y que de él, ya nada queda...
Francisco J. Gil
Es preciosa, sensible, bella, pero tan dolorosa......
ResponderEliminarbesitos y mucho amor para ti. mucho
je
Gracías por tus adjetivos...
ResponderEliminarsaludos
hs
Me salió así...
ResponderEliminarbuen blog.. voy a pasar otra vez!!
ResponderEliminarsaludos..
El Infalible...pasa cuando quieras, considera que estás en tu casa.
ResponderEliminarSaludos.