Un día tuve la suerte de encontrarme con un monje tibetano, maestro en el arte de la meditación. Al contemplar su rostro, me surgió una curiosidad la cuál le pregunté:
- ¿Maestro cómo es que siempre sonríes?
- Querido amigo, surge desde lo más profundo de mi ser.- me contestó.
- Ya, pero me imagino que ese estado de buen humor, debe ser consecuencia de su carácter.
- ¡No, no...! - exclamó, mientras seguía sonriendo -... es algo normal entre aquellos que pasamos gran parte de nuestro tiempo orando y meditando, intentando conseguir un estado de mente clara, de no sufrimiento y de paz.
- ¿Pero que relación hay entonces, entre el sentido del humor y la espiritualidad? - pregunté-.
Se quedó pensando sobre ello unos segundos, con esa sempiterna y dulce sonrisa que abarcaba incluso a sus ojos, tras lo cual respondió:
- Con el tiempo y la práctica espiritual, se consigue llegar a un estado de gran paz interior. Y de esa paz interior, surge de una manera natural, la risa.
A continuación dejó escapar una sonora carcajada, unió sus manos e hizo una reverencia a modo de saludo, para seguidamente alejarse por el camino, naturalmente... sonriendo.
Este encuentro, me dejó pensativo y llegué a la conclusión de que cuanto más ríe el hombre más blanco y puro debe ser su espíritu así como más feliz su corazón.
Desde ese momento, algo en mi interior cambió e intento hacer del sentido del humor ese gran amigo inseparable, que me acompañe desde los estados más eufóricos del alma, hasta los momentos más tristes y amargos de la vida ó incluso en aquel de la oración.
Es curioso la paz que aquel rostro y su sonrisa, lograron dejar en mí...
Francisco J. Gil
Preciosa la entrada
ResponderEliminarbesos y amor
je
Es verdad Francisco, no hay nada más hermoso y más placentero que la risa. Dicen que la risa sana el cuerpo y el espíritu, yo lo he comprobado, vivo riendo.
ResponderEliminarEstupendo encuentro el tuyo, me hubiera gustado a mí también encontrarme con un monje, siempre hay algo que aprender...
Gracias por compartirlo con nosotros.
Muchos besos.
sp
que maravilloso texto... tambien a mi me dejo en paz, y sobre todo con la musica que acompaña tu blog, ideal para leer esta entrada.
ResponderEliminarBellisimo!
Al leer tu escrito me dejaste una gran sonrisa… Gracias.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Ver un rostro con sonrisas es el mejor de los panoramas con los que nos podemos encontrar, a mi me produce mucho bienestar ver un rostro sonriente, me da mucha seguridad y mis ojos se alegran al percibir esos destellos que producen paz y tranquilidad.
ResponderEliminarEn cambio, cuando vemos rostros desencajados, con mal humor, a mi me contagian de la misma sensación, por eso prefiero estar con personas positivas que erradien paz y bienestar.
Las sonrisas son muy contagiosas, por lo menos para mi.
Me encanta ver sonreir a las personas, ójala siempre estuvieran las sonrisas en nuestros rostros, estaríamos todos mucho más guapos.
Un beso, amigo, y feliz tarde.
FRANCISCO..ME MARCHO DE TU CASA SONRIENDO,SIEMPRE PROCURO SONREIR..AUNQUE ME SALGAN ARRUGAS,JEJE.
ResponderEliminarBELLISIMO.MJ
Sede...gracias amiga
ResponderEliminarbesos
hs
Lili...la risa es la medicina del alma. Gracias a vosotros por aguantarme.jajajaja
ResponderEliminarbesos
hs
Carla...gracias, me alegra que tanto el texto como la música te guste.
ResponderEliminarbesos
hs
María...no es lo mísmo que te reciba un rostro sonriente, que un rostro crispado, sólo este echo, predispone tu estado de ánimo y tu receptividad.
ResponderEliminarYo suelo estar de buen humor, siempre que puedo o que me dejan...
besos
hs
MªJose, la arruga es bella que se dice.Claro que supongo que eso lo dicen los que las tienen.jajajjaja.
ResponderEliminarPero sí es verda, que importa, lo que importa es ser feliz el máximo de tiempo que se pueda, que la vida son tres días y ya llevamos dos...
besos amiga
hs
Salvador...perdona me olvidaba de tí, bueno ya sabes eres el único caballero en comentar hasta el momento y claro las Señoras son primero. jajajaja.
ResponderEliminarMiento es que se me ha pasado tu comentario amigo.
Gracias por traer tu sonrisa puesta y marcharte con otra...
Un fuerte abrazo maestro
hs
Uyyyyy.
ResponderEliminarSeré tibetana??jajaja
UNA HISTÓRIA PRECIOSA.
Nos quedamos siempre con la sonrisa de saber que todo sigue y que regalarlas es un regalo para los demás.
Beso grande
Mis lágrimas por nuevo aniversario de SU partida física se esfumaron gracias a a tu simple descripción de encontrar UN TIBETANO", me ayudaste a rescatar lo mejor de ÉL su sonrisa franca, plena, optimista, gracias Francisco y Dios te ilumine siempre para seguir dando LUZ, un beso desde La Plata, Argentina
ResponderEliminarLeni...no si a tí seguro que para hacerte reir no hace falta mucho. Yo te imagino casi todo el día con tu buen sentido de humor, eso es bueno...
ResponderEliminarbesos
hs
Liliana A...gracias a tí por haberlo leído. Y no sabes como me alegro si también al leerlo, te ha reconfortado el alma. Gracias otra vez por tu bonito comentario y tus buenos deseos hacia mi persona, te lo agradezco de corazón amiga.
ResponderEliminarPuedes pasarte por el blog cuando quieras y comentar lo que quieras, es un placer...
besos
hs
Feliz tarde amigo, vine a ver si tenías algo nuevo.
ResponderEliminarUn beso.
Amigo que tierno esto que has escrito, cuanta verdad.
ResponderEliminarYo suelo reír mucho pero no se si en el fondo sea del todo feliz.
A veces creo que rió para esconder mi verdad y que todos crean que soy feliz y en la soledad lloro.
Mi abuelita se ria siempre, ella duro 107 años y me decía que la llave de la juventud, la vida larga y saludable era la risa.
Un beso amigo, gracias por este concejo.
Voy ha seguir riendo eso alegra el alma y al ella alegrarse se alegra la vida
Maria...buenas tardes, nada nuevo, yo no tengo la facilidad que tenéis vosotros para esto de la creación. Vosotros váis en un cohete y yo en un tartana, jajajaja
ResponderEliminarbesos
hs
Azucala...en tu podasta has dado la solución, asi que amiga sigue riendo primero por tí y después por los demás...
ResponderEliminarMe ha encantado saber de tu abuelita, los ancianos son mi debilidad junto con los niños. Los ancianos son gente a la cuál, los años les han dotado de sabiduría y tendriamos que escucharlos más, respetarlos más y cuidarlos más, se lo merecen, estamos aquí gracias a ellos...
Muchos besos
hs
Es una bonita experiencia, precioso. Vamos a sonreir.
ResponderEliminarbesos y amor
je
No existe mejor terapia para el alma, que la risoterapia. Existen talleres donde se enseña y se practica esta terapia.
ResponderEliminarLuego la meditación y la relajación es lo más estimulante para el alma, para el equilibrio de la mente.
Es muy interesante, esta experiencia tuya... beso, Antoñi
Sede...hagamos un pacto de la sonrisa, donde quede prohíbido el no sonreir...
ResponderEliminarbesos
hs
je
Antoñi...debo aclarar que todo lo expuesto es imaginación, nunca he tenido un encuentro con un monje, pero no me importaría, porque sé que ellos son así...
ResponderEliminarSaludos amiga una sonrisa para tí
besos
hs